Descripción del inmuebleDescripción de la propiedad
Bienvenido a su auténtica finca oasis en el corazón de Mallorca - Sant Joan.
Enclavada en el pintoresco paisaje de la isla, esta encantadora y cuidada finca ofrece un escondite único para todos aquellos que aprecian la tranquilidad, la naturaleza y el estilo de vida mediterráneo. Ubicada en una generosa parcela de 14.144 m², esta propiedad armoniosamente diseñada combina privacidad, comodidad y encanto rústico.
Construida en 2001, la casa tiene una superficie habitable de 104 m², dividida en cuatro acogedoras habitaciones, incluyendo tres dormitorios y dos elegantes cuartos de baño - ideal para familias o invitados.
El salón le da la bienvenida con un ambiente cálido y rural y una cocina equipada que le invita a cocinar y disfrutar de las comidas juntos. Una chimenea de ladrillo crea un ambiente acogedor en los días más fríos y subraya el carácter auténtico de la finca.
En el exterior destaca la piscina de 36 m², completamente renovada en 2022, que invita a relajarse y refrescarse rodeado de naturaleza. La amplia superficie útil de 128 m² también incluye un generoso cobertizo de 82 m², que ofrece una variedad de usos, ya sea como estudio, taller o zona de almacenamiento.
La sostenibilidad y la independencia son aquí el centro de atención: la propiedad está equipada con un sistema solar, un pozo propio y una cisterna de 12.000 litros, así como una nueva bomba de agua. La calefacción por radiadores mediante bombonas de gas garantiza un suministro de calor eficiente y flexible.
Para las veladas mediterráneas al aire libre, la cocina exterior invita a socializar: perfecta para largas noches de barbacoa y esa auténtica sensación isleña.
Esta finca rústica es más que una casa: es una forma de vida. Déjese seducir por su tranquila ubicación, su estilo auténtico y su encanto único.
Concierte una visita hoy mismo y descubra su nuevo hogar en Sant Joan.
Certificado energético Tipo: En proceso
Ubicación:La pequeña comunidad de Sant Joan se encuentra en el centro de la isla balear de Mallorca y limita con los municipios de Vilafranca de Bonany, Petra, Sineu, Lloret de Vistalegre, Montuïri y Porreres. El pueblo del mismo nombre se encuentra a unos 6 km al oeste de Petra y 7 km al sureste de Sineu.
Debido a su aislamiento, Sant Joan se mantuvo como el típico pueblo agrario mallorquín que siempre ha sido. Si caminas por las calles, descubrirás la antigua Mallorca allí, ya que casi no existe en ningún otro lugar.